domingo, octubre 23, 2005

El de gorrito rojo es Pablo (Quercia) y el del lado es Héctor (Guevara), en cabo Froward, cuando hicimos ésa travesía (año 1985). En la sombra hacía frío, así es que Pablo aprovechó esta esquinita de sol para calentarse los huesos y yo, para dibujarlo iluminado y dorado de amarillo. Quince días estuvimos en la selva magallánica, subiendo cerros, pintando palos, armando instalaciones, leyendo poesía, croqueando. En las noches hacía tanto frío, que para poder conciliar el sueño metía una piedra caliente en mi saco de dormir. Y el agua de vertiente era tan congelada, que la única vez que me bañé, con la Claudia Herrera, se nos cortó el jabón en la piel (parecía manteca) y no nos podíamos enjuagar. Y llovía tanto, que estábamos todo el día con traje de agua. De todas maneras Pancho Méndez logró que armáramos una hermosa pintura no albergada, agarrada a una roca, en un peñasco en altura justo donde el estrecho da la vuelta. Y los arquitectos el último día construyeron una enorme cruz de madera, que armaron en el suelo, lloviendo, y que al momento de alzarla, entre decenas que tiraban y gritaban y jalaban, salió el sol de la tarde brillante y un barco que casualmente pasaba por el estrecho se puso a tocar la sirena. Emocionante. Si yo fuese católica, diría que Dios nos mandó esta escenografía espectacular para este momento sublime. Pero como no lo soy, digo que fue una bella casualidad no casual.

sábado, octubre 15, 2005

Amenophis IV:así llamaba yo a este compañero de primer año en la escuela, de nariz larga y aletas levantadas (como Manuel C.), de pelo negro y crespo, de ojos achinados, labios carnosos y piel oscura. Un típico chileno del pueblo, pero igual se parecía a Amenophis. Algo de príncipe también tenía, o de bailarín. Aquí en el dibujo, esta mirando unas láminas en el museo de Bellas Artes de Santiago el año 82, cuando la escuela cumplió 30 años. Creo que Amenophis nunca pasó a segundo año. Quizás dónde estará hoy, qué será de su vida...

sábado, octubre 08, 2005

El Pato, hijo de la Nana, seductor impulsivo, de fuertes manos y curiosas historias (quizás porque es antropólogo), nos acompañó los días que allí estuvimos, entre risas y llantos.
Aqui la Rut, eshpañola, que vino desde su tierra lejana a ver a la Nana, con su rollo bajo el brazo, nos juntamos en la supuesta omnipotencia, ambas dos.
Aurora relajada escuchando a otro(a) en su testimonio, mientras, yo me deleito en la quietud de su abandono que es interrumpido sólo por el cambio de manos.

viernes, octubre 07, 2005

Aqui esta la Nana Schnake conversando con la cabeza de la Aurora que estaba dándole problemas. En realidad era la Aurora quien no dejaba tranquila a su cabeza, y la pobre le defendía haciéndose notar. Fuimos pasando uno a uno a la silla caliente, a conversar con madres, padres, hijos, cabezas, ganglios, piel, hígados, niñas asustadas, jefes despóticos, parejas frustradas, amantes, en fin, allí se sacó a la luz lo que normalmente se deja en el tarro de la basura. Sanador. Revelador algunas veces. Y otras simplemente latero. Pasa que en un fin de semana como éste, no se resuelve mucho. El cuento es para largo, de toda la vida. La misma Nana lo dice. En todo caso, un fin de semana en Manaos, más allá de que uno se tire a la piscina o no, es un descanso reparador.

sábado, octubre 01, 2005

FELIZ CUMPLEAÑOS AMOR MÍO!!

"Belleza" (como te decía el Axel) feliz cumpleaños!!!! viejita de 22. Así es que estuvo bueno el carrete porteño que te hicieron tus amigos en el cerro !!! Y así pasa el tiempo, que de pronto son años, sin pasar tú por mí, detenida...aquí estás como a los 8 años, ¿te acuerdas? en un momento cualquiera del día en que tuviste la bondad y la paciencia de posar para tu madre. A esta edad jugabas con ponies, (seguramente aquí estabas en eso) les hacía hermosas "Landschaft" de tierra, flores, ramas y pocillos con agua que eran las lagunas. También escuchabas los Beatles, eras fanática de la Pippi Langstrumpf (y ahora tu hermana esta en la web de la Pippi!!) y en la tele, veías Scoobie Doo y un auto que se llamaba Kit o algo así y que hablaba solo. Ibas al Büdchen a comprar Buntetütte en bicicleta con el Jeronimo y el Manuel y después se arrancaban a la Düssel a esos túneles peligrosos que me vengo a enterar 15 años más tarde...!!
Te mando un abrazo largo y apretado, besos en el cuellito, apurruñau, vida mía, te quiero.